domingo, noviembre 05, 2017

EL MITO DE LA CAVERNA



PLATÓN Y EL MITO DE LA CAVERNA
En su obra La República, Platón nos describe la ficticia situación de unos hombres encadenados en una cueva sin la posibilidad de mirar hacia atrás, a la entrada. Detrás de ellos una hoguera iluminaba la pared hacia la que miraban los encadenados y delante de la hoguera hay otros hombres que llevan con ellos objetos, de manera que su sombra es proyectada sobre la pared que están contemplando los hombres encadenados. De este modo, ven la silueta de personas, árboles, animales, etc. Para estos hombres la única realidad es la que ellos perciben, la de las sombras. Cuando uno de ellos escapa y sale de la cueva y se enfrenta a la realidad de la luz, esta le ciega hasta que se acostumbra a ella y al volver para contar lo que ha visto, sus compañeros no le creen y se empecinan en seguir en la única realidad que ellos conocen.
Si aplicamos esto a Cataluña, nos encontramos con la realidad de los independentistas que empecinados en sus creencias-me refiero a las cúpulas independentistas obstinadas en permanecer en la oscuridad, -  no ven más allá de su propia terquedad, se aferran a esas cadenas de sus creencias separatistas, sacrificando todo y a todos para alistar a más personas para conseguir esa profecía fallida de que si ganan un referéndum ilegal serían reconocidos por Europa. Es decir, ningunean la realidad democrática y constitucional que todos los españoles nos dimos en el año 1978 y la realidad catalana de que todos los encadenados-imposición de minoría sobre mayoría- participan de sus convicciones, cuando no tienen en cuenta a los que mayoritariamente- quizás- están deseando ver la luz que en verdad produce esas sombras que les retienen. La luz que la hoguera produce, verdadera ficción, les aleja de la realidad en que se encuentran que es la caverna en  la que están encadenados.
Ahora, con los líderes “verdaderamente encadenados”  y a las puertas de un plebiscito democráticamente convocado, veremos si el “mito de la caverna” sigue vigente y los catalanes se obstinan en permanecer en las sombras, con sus cadenas o prefieren asomarse a la luz que proyecta la sombra en la que han permanecido.

©Antogar, noviembre 2017

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