ES OTOÑO
Llueve en Plasencia y sobre Plasencia, sobre el río dormido
que la abraza. Catedrales, palacios, calles estrechas y solas, avenidas, árboles casi desnudos,… sudan una pertinaz y
fina lluvia neblinosa y se difuminan en ella como atravesados por una nueva
etapa que sólo el invierno, atrayente, es capaz de dotar. La fría brisa recorre
todos los rincones, la tarde se va lentamente y las brumas de la noche invaden
su belleza, o, acaso, la transforma para presentárnosla de otra manera para
algunos más profunda y más sentida. ¿Será el principio de un invierno esperado?
Llevamos días de
lluvia abundante y moderada, temperaturas suaves que traen el nuevo olor
estacional.. En el campo, las rocas cárdenas exhiben un manto de musgo
verdecido y apuntan brotes de fresca hierba que poco a poco engalanan el paisaje. Comienza a tejer su
alfombra en caminos y sendas utilizando los ropajes ocres que la arboleda
deshecha. Es mi época favorita y con ella me envuelvo en la nostalgia. Nuevas
imágenes se van acumulando por el postigo de la retina y se acomodan con los
recuerdos…
Definitivamente el otoño entró. Hemos apurado ya, lentamente los sorbos del verano y nuestra
copa comienza a llenarse con los primeros efluvios de la nueva estación. Atrás
quedan los recuerdos, ilusiones,...del perezoso estío que de cuando en cuando
revivimos en los momentos plasmados en las numerosas fotos que hicimos...
El otoño silenciosova inundando
tu imagen
de una vaga niebla.
Se encienden las hogueras
del recuerdo
que van dejando
las cenizas del olvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario