Nuevamente el Aula de Literatura Gabriel y Galán abre sus puertas a la poesía. En esta ocasión la visita es de la cacereña Ada Salas, profesora de Lengua y Literatura de un instituto de Madrid según reza su presentación.
Porque todo caduca.
Porque llega la noche y apaga
lo que quema
levantemos un cuerpo
en esta soledad.
Poemas de hálito insospechado, versos adelgazados hasta el silencio que forma parte de los mismos. Sus referentes poéticos - Garcilaso, San Juan de la Cruz, Quevedo, Machado, Claudio Rodriguez...-son el territorio del tiempo, del silencio, de la luz, del amor que calman la sed.
Una vez más los alumnos del nocturno del Instituto Gabriel y Galán y profesores como Jesús Centeno, salvan exitósamente el acto. Esta vez, creo que el grupo era más numeroso y se les notaba interesados. Acaso, la didáctica de la autora explicando algunos poemas leídos haya contribuido a experimentar y despertar un mayor interés. No sé.
Salas, encuadrada -particularmente no me gustan los estancos-en el grupo de la poesía del silencio, es partidaria del poema breve y de la emoción, poesía femenina, de la maestría y del desconcierto del verso final, después del silencio. Dice que el poema nace en la mirada. La poesía requiere de "soledad y de una mirada al interior de uno mismo".
Porque todo caduca.
Porque llega la noche y apaga
lo que quema
levantemos un cuerpo
en esta soledad.
Poemas de hálito insospechado, versos adelgazados hasta el silencio que forma parte de los mismos. Sus referentes poéticos - Garcilaso, San Juan de la Cruz, Quevedo, Machado, Claudio Rodriguez...-son el territorio del tiempo, del silencio, de la luz, del amor que calman la sed.
Una vez más los alumnos del nocturno del Instituto Gabriel y Galán y profesores como Jesús Centeno, salvan exitósamente el acto. Esta vez, creo que el grupo era más numeroso y se les notaba interesados. Acaso, la didáctica de la autora explicando algunos poemas leídos haya contribuido a experimentar y despertar un mayor interés. No sé.
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