Esta mañana
quise para tí
una rosa coger
La vi tan hermosa,
al sol, en un jardín
que me deslumbró
el blanco y rojo
de su color
Pensé en tí,
que la tuvieras,
que la miraras
sobre tu falda carmín
Al ver mi intención
al lado, un clavel
mudó la color.
Acaso,- pensé-
¿no será su amor?
Entonces, la rosa dejé
dejando el placer
de verte con ella
para que fuera feliz el clavel
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