Ya están próximas las fechas de las celebraciones navideñas. Dicen,
amor, que este año habrá novedades en Madrid. Concretamente en el centro
de la capital. Y no es que vayan a instalar nuevos juegos de luces,
otra iluminación, no, ni que veamos algún espectacular Belén. Lo
novedoso viene por otro lado. Verás, amor, como te lo explico.
Parece ser que desde el Ayuntamiento se “ha parido” la idea, y digo bien
lo de parido en consonancia con la conmemoración de estas fechas,
o sea, el nacimiento de Dios, de que el personal de a pie que circula
libremente por las calles del centro, este año lo haga como los
vehículos, por calles obligatorias de único sentido. Es decir, que
paseemos de manera ordenada, en manada, como rebaño de ovejas y ovejos,
por donde la pastora alcaldesa y concejiles apoyadas en su cayada nos
vaya indicando. Y, entonces, amor, recordaremos el famoso soneto de Lope
de Vega que principia: “Pastor que con tus silbos amorosos Me despertaste del profundo sueño”…
¿Estamos ante unos buenos pastores responsables que nos guían con su
ejemplo? No sé, amor, no sé si gobiernan con gentileza y velan por
nosotros o somos dirigidos por veredas y cañadas oscuras, por donde nos
indica la suprema pastora con la ayuda de fieles canes munícipes para
que nadie se extravíe. En todo caso será, amor, un espectáculo digno de
contemplar.
G
M
T
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