En las
elecciones de los premiados con la Medalla de Extremadura es fácil deducir que,
hace muchos años, son varios los que sobran en su concesión y muchos más los
que no están entre los que lo merecen; no cabe duda de que si las concesiones
se hicieran de una manera más reflexiva y estudiada, los resultados serían hoy
día más ecuánimes, más ponderados, más justos. Todo ello en aras de la
consecución de los fines para los que fueron creados.
Estos premios y otros muchos más de los
institucionalizados son el referente de la ostentación de una práctica poco prudente
y nada pudorosa y poco callada sin algazaras ni celebraciones que más que
ensalzar las supuestas virtudes de los premiados, tienden a convertirlos en
farisaico boato y exhibición de impostada probidad. Pongamos, y es sólo un
ejemplo, la concesión a Extremoduro (
Robe Iniesta) que en sus canciones hablan de cosas como:
“extremaydura tus mujeres nos la ponen. extremaydura
tus mujeres nos la ponen. extremaydura tus mujeres nos la ponen. extremaydura
tus mujeres nos la ponen, extrema, extrema, extrema, extrema, extrema, y dura,
y dura, y dura y dura y dura y dura extrema, extrema, extrema, extrema,
extrema, extrema y dura, y dura, y dura.
extremaydura tus mujeres nos la ponen”
extremaydura tus mujeres nos la ponen”
O que hacen comunicados en los que instan a sus
seguidores a ponerse en el lugar que ellos quieren:
http://metal.nosgustalamusica.com/comunicado-de-extremoduro-dirigido-a-los-fans-diciendoles-donde-deben-colocarse-en-los-conciertos/
El rock no es eso, es otra cosa (tengo hijos a
los que les encanta el rock )
Refrénense
las aprobaciones y reflexiónese sobre todas las inercias y descuidos que
necesitamos corregir en sus concesiones y celebraciones y ahóndese en los
fundamentos objetivos que deben llevar a su beneplácito aún a riesgo de no
encontrar, en un momento determinado, a nadie que pueda ser merecedor de tal
distinción.
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