Sexto día procesional: Cofradía del Santísimo Crucifijo y Descendimiento de la Cruz y la Hermandad del Santo Vía Crucis

Eran las 21 horas y el cielo tornóse gris, el gris oscuro que asemeja al de aquel viernes de hace más de dos mil años cuando Cristo en el Gólgota estaba a punto de expirar. El velo del cielo a punto de desgarrarse y los cientos de cofrades clamaban en el inicio de la procesión. Los primeros pasos ya se habían dado cuando de pronto una de las esquinas del velo se quiebra y deja resbalar una lluvia que se nos antojó pertinaz. Sin duda los rezos e imprecaciones de los fieles apostados en el recorrido procesional contribuyeron a remendar el desgarrón cuando ya la voz de " se ha suspendido la procesión" corría como un reguero de pólvora. Afortunadamente el velo se cosió y la lluvia cesó en pocos minutos.
La alegría volvió al rostro de todos y la procesión pudo reanudar su marcha felizmente y los pasos del Cristo de la Agonía, El descendimiento de la Cruz y Nuestra Señora de las Angustias o La Piedad, pudieron hacer su recorrido por las calles de la ciudad.
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