Llego a ti en dulce esperanza
de respirar la sonrisa de tu ausencia;
de recobrar ilusiones perdidas:
aquello que de ti idolatro y temo;
el engaño de tu rostro, tus besos
jamás sentidos en la aurora de mis labios.
Sentir y vivir el principio de un cambio
que atraviese el muro que nos separa.
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