A veces sucede que es verdad la diferencia entre un día y otro, entre un año y otro. Hoy día primero de un nuevo año y a pocas horas del comentario anterior, es notable el cambio en el sentido atmosférico, por lo menos en Plasencia donde me encuentro.
El día es espléndido. Un tibio sol acaricia el rostro dando alegría a este recién nacido año. Una suave temperatura acompaña y uno, en su matinal paseo por la ciudad, siente una agradable sensación de bienestar. La ciudad amanece sucia y en algunos sitios maloliente. Son desagradablemente visibles los restos de las celebraciones del año viejo. Grupos de jóvenes deambulan todavía por las calles. Es la resaca de tanto atracón. Pero, en fin, las cosas suceden así, año tras año, y esta secular costumbre seguirá.
Saludemos con alegría y sobre todo con esperanza a este nuevo tiempo que nos hemos dado y que el optimismo sea una de las banderas que levantemos entre la melancolía que siempre, sobre todo a mí, nos acompaña. Salud y bienvenida a este año nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario