Estamos ya al límite de este año 2005 que se acaba. Se acaba irremisiblemente después de haber provocado toda clase de noticias del mundo. Para unos habrá sido una año de bendiciones, para otros los más negros presagios habrán encontrado cobijo en él. Pero, " ya se ha muerto" como decía Gabriel y Galán en "El embargo". Por cierto, este año del centenario del poeta ha pasado bastante inadvertido, sobre todo a nivel nacional. Quizás lo ha oscurecido el IV centenario del Quijote que sí ha tenido bastante relumbrón. Ya han concluido los dos. El próximo 2006 se presentará con algún otro. Dentro de unos minutos serán las 12 de la noche y entonces estaremos ante un nuevo año y la gente no se cansará de celebrarlo.
¿Por qué tendemos a celebrar el tiempo, cada vez menor, que nos va quedando, o será que lo que celebramos es el tiempo, cada vez mayor, que llevamos vivido?. No lo sé.
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