sábado, octubre 22, 2005

Magia otoñal

Hoy desborda mi fantasía el lento otoño.
Puro tamiz entrevela el paisaje.
Es la lluvia oro.
He empapado mi alma y mi cuerpo
y me he extasiado con su pausado caer.
Los árboles alzan sus manos
cóncavas como parábolas
para recoger su néctar
y por su esqueleto casi desnudo
juguetean las gotas a placer.
La tierra, agraz, regurgita
y esplendorosa revela su secreto núbil
tejido en la oscuridad.
Impregna el durazno el ambiente
y el ocre multiforme
se divisa bajo la celada.
Es la melancolía
que me faltaba.

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