domingo, octubre 23, 2005

Gozo

El día es espléndido. He salido esta mañana al campo. He recorrido a pie, campo a través, bordeando el camino que lleva al Puerto, en Plasencia, un sendero y desde allí he contemplado la ciudad que se despertaba. Aparecía ante mí diáfana, limpia; se diría que ha sido lavada y vestida con los ropajes de fiesta.
Esa misma sensación da el campo que parece abrir una ventana a la luz de la mañana. Al trasluz de los rayos de un vivífico sol otoñal, la hierba que comienza a salir espejea con las gotas del rocío. ¡Qué distinta la estampa a la de hace una semana! Entonces todo era aridez . Es domingo y todo es tranquilidad.

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