Es una hermosa cascada de más de 50 metros a la que se accede desde el pueblecito de Ovejuela. Desde aquí son unos cuarenta minutos hasta la misma. Es un camino entre pizarras atravesando varias veces el riachuelo hasta divisar la enorme caída de agua. El último trecho más dificultoso por entre las rocas del cauce.
Es posible quedar extasiado con la contemplación del salto de agua sobre un remanso del lecho a modo de lago de aguas puras y cristalinas que se pueden beber. Lugar apartado y silencioso sólo amenizado por el murmullo del agua al caer y algunos trinos de pájaros silvestres. Una verdadera delicia.
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