Si nos asomamos a la poesía española actual nos encontramos con un panorama de lo más diverso con multitud de tendencias y maneras de clasificación que conforman un escenario dificil de clarificar y en el que no hay normativa de acuerdo entre la crítica. Por ello me limito a destacar la clasificación que Manuel Rico propone entre las diferentes poéticas en esta selva de diversidad según recopila Julita Valero en su artículo "poesía española actual. de la norma a la diversidad.
--Una nueva dimensión de la poesía de la experiencia. Los poetas que siguen la línea experiencial lo hacen desde un mayor ahondamiento meditativo, con ciertas derivas irracionalistas (Alberto Tesán, Eduardo García, Luis Muñoz, García Casado, Andrés Neuman).
--La extensión de una poesía de la introspección emocional y contemplativa, radicalmente subjetivizada, en los límites del existencialismo (Ada Salas, Ana Merino, Luisa Castro).
--La búsqueda de una nueva materialidad del «objeto» lenguaje, con un planteamiento fusional: entre ética y estética; entre fuentes plásticas (cine, fotografía, televisión), entre la experiencia de lo cotidiano y los vínculos con el lenguaje (Niall Binns, Andrés Fisher).
--El ahondamiento en una poesía de la contemplación meditativa y del entrañamiento con la naturaleza; una búsqueda que se mueve entre la captación de lo inefable, la apuesta por la imaginación y el rescate de una memoria visible o sumergida, cuyos referentes serían Claudio Rodríguez y la poesía anglosajona más entrañada con el paisaje representada por Wordsworth, Yeats o Thomas (Diego Doncel, José Luis Rey, Jordi Doce, Vicente Valero, Juan Abeleira).
--La apuesta por la insurrección del lenguaje desde una conciencia crítica frente a la realidad. Línea precariamente transitada por la poesía de las últimas décadas y que ahora cobra fuerza en la obra crítica y poética de Antonio Méndez Rubio o Enrique Falcón
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