Ayer y con un tiempo espléndido se celebró la tradicional romería en honor de la Virgen del Puerto. Acudió mucha gente que disfrutó de un día de campo.
A mi modo de ver se está perdiendo el tradicional espíritu de la romería porque si bien un porcentaje de los que suben lo hacen con el acendrado espíritu religioso y de devoción, lo cierto es que lo más numeroso es el macro -botellón que se forma con los chiringuitos instalados. De todas maneras no deja de ser un día de convivencia.
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