En mañanas de nieblas
el paisaje subyugado en la red
tupida que lo ignora.
Los árboles casi desnudos ya
clavan en el espacio gris sus ramas.
Las miradas se enmarcan en el aire
de anhelos de libertad privadas.
Así, contemplativo,
en espera de brotes
recorro, paseante,
mis pensamientos por veredas solas.
Acaso la muerte sea un letargo
infinito, una extensión sin luz.
© Antogar
1 comentario:
Buen poema
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