Los Reyes Magos

Día de ilusión, de alegría, de peticiones y demás zarandajas. Yo siempre he creído en los Reyes Magos. De pequeño recibía con ilusión los escasos presentes que me traían y los imaginaba cabalgando toda la noche para poder llegar a todas las casas antes de que amaneciera el día. Siempre me quedaba la incógnita de cómo hacían para, en esa noche, tener tiempo de visitar todos los sitios. Pero, en fin, lo que contaba era que, unos más, otros, menos, todos los niños, recibían sus regalos.

Hoy me interesan otros aspectos que, a lo mismo, los reyes magos no sé si serán capaces de dar respuesta. Si yo fuera niño, querría que los Reyes Magos vinieran no el seis de enero, sino el diez o el doce, pues así las vacaciones durarían más. Pero como no soy niño, me gustaría que dieran respuesta a algunos interrogantes como:

¿Por qué las gaseosas tienen jugo artificial de limón y los detergentes jugo natural de limón?
¿Qué cuentan las ovejas para poder dormir?
¿Qué hay que hacer si uno ve un animal en peligro de extinción comiendo una planta en peligro de extinción?
Los negocios que están abiertos las 24 horas... ¿por qué tienen cerraduras en las puertas?
Si una tostada cae siempre del lado untado y un gato cae siempre sobre sus patas... ¿que pasaría si atamos la tostada en la espalda del gato?
Espero que algún año los Reyes se dignen traerme la respuesta a éstas y otras muchas más interrogantes.
De todas formas, deseo a todos unos felices regalos