domingo, diciembre 31, 2006
El final del año
Acabo de dar mi diario paseo. Es un día gris y una neblina obstinada envuelve el paisaje que apenas se divisa. Conforme subo por el monte se va haciendo más persistente. La ermita del Puerto desaparece lentamente, todo lo que observo está a unos diez metros a mi alrededor. La ciudad se ha difuminado y sólo se perciben minúsculos puntos de luz amarillenta. El día va desapareciendo antes que otras veces, sólo que hoy tiene la virtualidad, que en nada se percibe, de que es el último del año. Mañana, un nuevo día y año nos presidirá.
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